Medicina biológica y preventiva

La medicina biológica es un parte de la medicina que trata al enfermo de forma global considerando a la hora de valorar el estado de salud de un paciente todos los factores que influyen en su salud, bienestar y enfermedad incluyendo la mente y el espíritu. Con ello la medicina biológica pretende dar con la causa de la enfermedad.

A diferencia de otros tipos de medicina, la medicina biológica y preventiva centra sus esfuerzos en encontrar el origen de la enfermedad, en lugar de abordar los síntomas de la enfermedad sin afrontarla directamente.

La medicina biológica busca una respuesta orgánica a la enfermedad y una vez que la encuentra, plantea una combinación de tratamientos personalizados con las técnicas más avanzadas de medicina y la medicina tradicional.

Entre dichas técnicas, encontramos pruebas diagnósticas para detectar focos interferentes; para llevar a cabo la desintoxicación y restauración de los sistemas de regulación del organismo; el saneamiento intestinal; la potenciación y reactivación del sistema inmunitario, la regeneración y reconstrucción celular de los tejidos u órganos afectados y, por último, el mantenimiento de la salud.

Por otro lado, la medicina biológica pone el acento en el trabajo con el sistema inmunitario del paciente, esforzándose por reactivar las propias fuerzas curativas del organismo de una forma natural y no invasiva. El objetivo es tratar de ayudar al organismo a recuperarse una vez se haya desbloqueado.

El principio básico de la medicina biológica

La medicina biológica considera al paciente como un sujeto activo, y no pasivo, que puede y debe formar parte de su proceso de curación a través del cumplimiento de una serie de pautas y hábitos señalados por su médico encaminados a la curación o el alivio de los síntomas provocados por su enfermedad.

Para la medicina biológica el paciente es un sujeto activo en su proceso de curación.

Usos de la medicina biológica

La medicina biológica es altamente eficaz en el tratamiento de cualquier alteración de la salud, pudiendo ser aplicada a todo tipo de pacientes que manifiesten afecciones orgánicas y funcionales, así como con una finalidad preventiva en pacientes sanos a través de técnicas como la limpieza hepática, la hidroterapia de colon, la sueroterapia, (que estimulan los órganos de drenaje). Igualmente, la medicina biológica es muy eficaz cuando se trata de prevenir enfermedades con carga genética, pues permite diseñar tratamientos que impiden que ciertos factores externos favorezcan su activación.

Además, la medicina biológica no solo no rechaza la medicina convencional, sino que es el complemento perfecto a ésta a la hora de tratar numerosas enfermedades.

Medicina convencional + medicina biológica = medicina integrativa.

La medicina integrativa resulta muy práctica para tratar patologías como:

  • Enfermedades crónicas: la medicina biológica es muy eficaz tratando enfermedades crónicas como fibromialgia, artrosis, artritis, hernias discales, cefaleas, jaquecas… ya que tiene en cuenta los patrones comunes que presentan: acumulación de toxinas, ambiente ácido, oxidación celular o falta de energía, entre otras.
  • Enfermedades autoinmunes provocadas por un fallo en el sistema inmunitario como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn, la esclerosis múltiple o la diabetes autoinmune.
  • Enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, la demencia senil, el Parkinson… asociadas en la mayoría de los casos a una acumulación de toxicidad en el sistema nervioso que impide el correcto funcionamiento del sistema nervioso central.
  • Alergias inhalatorias, cutáneas y alimenticias: estas enfermedades no son sino reacciones desmedidas del organismo y la medicina biológica puede ser muy eficaz a la hora de hacer que estas reacciones alérgicas desaparezcan.
  • Enfermedades psicosomáticas: depresión, ansiedad, insomnio… la medicina biológica contempla los aspectos fisiológicos y emocionales que podemos encontrar detrás de estas enfermedades.
  • Trastornos hormonales propios de la mujer: menopausia, menstruación irregular, dismenorrea…
  • Trastornos vinculados al estrés: la medicina biológica es muy útil cuando se trata de recuperar la sensación de vitalidad con la que acaba el estrés, incluso, cuando no podamos reducir nuestro ritmo de trabajo.