Enfermedad de Graves-Basedow

La enfermedad de Graves-Basedow es una enfermedad autoinmune que afecta al correcto funcionamiento de la glándula tiroidea provocando su inflamación e hiperactividad, haciendo que genere una producción excesiva de hormonas tiroideas. Motivo por el cual, la enfermedad de Graves-Basedow puede provocar hipertiroidismo a largo plazo.

La enfermedad de Graves-Basedow es una enfermedad que aparece con mayor frecuencia en mujeres alrededor de los 40 años.

La enfermedad de Graves-Basedow es una enfermedad autoinmune frecuente que provoca que la glándula tiroidea genere una producción excesiva de hormonas tiroideas.

Síntomas de la enfermedad de Graves-Basedow

La enfermedad de Graves-Basedow provoca normalmente los siguientes síntomas: aumento del apetito acompañado de una inexplicable pérdida de peso; ansiedad; inquietud; temblores (sobre todo en las manos); irritabilidad; cambios frecuentes de humor; insomnio; falta de concentración; pérdida de memoria; pérdida de cabello; fatiga; intolerancia al calor; sudoración excesiva; palpitaciones; dificultad para respirar; debilidad muscular (especialmente en caderas y hombros); deposiciones frecuentes; bocio; arritmias cardiacas o menstruación irregular en el caso de las mujeres.

Además, provoca síntomas específicos en la piel y los ojos:

  • Oftalmopatía de Graves: inflamación ocular (ojos saltones) acompañada de dolor; sensación de arena en los ojos, presión y dolor, sensibilidad a la luz, enrojecimiento, visión doble o incluso, pérdida de visión.
  • Dermopatía de Graves: enrojecimiento y engrosamiento de la piel, especialmente en las tibias o la parte superior de los pies.

Entre los síntomas más característicos de la enfermedad de Graves-Basedow se encuentra una inflamación ocular que genera ojos protuberantes.

Causas de la enfermedad de Graves-Basedow

La glándula tiroides es un órgano importante del sistema endocrino y se localiza en la parte frontal del cuello, por encima de donde se encuentran las clavículas. Esta glándula secreta las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), las cuales controlan el metabolismo de nuestro organismo. El control del metabolismo es muy importante pues es responsable de la regulación del estado de ánimo, el peso y los niveles de energía tanto físicos como mentales.

La enfermedad de Graves-Basedow es la causa más común de hipertiroidismo.
La enfermedad de Graves-Basedow se debe a una respuesta anormal del sistema inmunitario que lleva a la glándula tiroides a producir demasiada hormona tiroidea. La enfermedad de Graves-Basedow es más común en las mujeres alrededor de 40 años. Pero esta enfermedad puede darse a cualquier edad y también puede afectar a los hombres.

Las investigaciones apuntan a que hay una cierta predisposición genética a la hora de padecerla tal y como sucede con otras enfermedades autoinmunes.

Además, hay unos factores de riesgo que pueden ser determinantes en la aparición de la enfermedad. Entre ellos, se encuentran el tabaquismo, otros trastornos inmunitarios e incluso el estrés físico y emocional.

Tratamiento de la enfermedad de Graves-Basedow

La medicina tradicional a la hora de tratar la enfermedad de Graves-Basedow se centra en controlar la sobreproducción de hormonas tiroideas y para ello recurre a la farmacología antitiroidea, el yodo radiactivo (RAI), o la cirugía. En ocasiones, el tratamiento incluye el uso de prednisona (un medicamento esteroide que inhibe el sistema inmunitario) para reducir la irritación ocular.

La medicina biológica, por su parte, especialmente eficaz en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes y sin efectos secundarios para el paciente, apuesta por un drenaje de toxinas y posteriormente fuese necesaria, la terapia de quelación para eliminar metales pesados, junto con un saneamiento intestinal. Posteriormente lleva a cabo la regulación del sistema inmunitario desactivando las cargas genéticas que se han activado en el paciente desencadenando la enfermedad autoinmune.