Diabetes mellitus tipo I

La diabetes mellitus tipo I es una enfermedad autoinmune que afecta al páncreas. En ella, el sistema inmunitario ataca por error a este órgano, haciendo que pierda su capacidad para fabricar la insulina, hormona que fabrica el páncreas y que es responsable de que la glucosa de los alimentos se traslade a los músculos y tejidos donde se convierte en energía imprescindible para que estos puedan funcionar correctamente. La glucosa, es también el combustible principal de nuestro cerebro.

Al impedir la diabetes mellitus tipo I que el páncreas fabrique insulina, la glucosa no es transportada a los músculos y tejidos, aumentando así la tasa de glucosa en sangre.

Síntomas de la diabetes mellitus tipo I

Es posible padecer la diabetes mellitus tipo I y no ser consciente de ello, pues en ocasiones los síntomas tardan mucho en aparecer, pudiendo pasar años hasta que se manifiesta la enfermedad. Entre los primeros síntomas de diabetes autoinmune que aparecen, encontramos:

  • Hiperglucemia: ya que como consecuencia de la falta de insulina que transporte la glucosa a los tejidos y músculos, esta se acumula en el torrente sanguíneo.
  • Ganas frecuentes de orinar
  • Aumento de la sed
  • Apetito extremo
  • Fatiga
  • Irritabilidad
  • Pérdida de peso inexplicable
  • Visión borrosa
  • Infecciones en la piel y las encías

Aunque la diabetes mellitus tipo I puede desarrollarse a cualquier edad, pero suele afectar más a niños y adultos jóvenes.

Micción frecuente, sed, apetito invariable, cansancio, pérdida de peso y visión borrosa son algunos de los síntomas más comunes de la diabetes mellitus tipo I.

Causas de la diabetes mellitus tipo I

Aunque no se sabe con seguridad cuáles son los factores que hacen que el sistema inmunitario ataque al páncreas y este deje de producir insulina o produzca muy poca, existen una serie de factores de riesgo que pueden estar detrás de ella:

  • Hipertensión arterial
  • Enfermedad cardiovascular
  • Diabetes gestacional: durante el embarazo la placenta produce hormonas que hacen que las células de la madre se vuelvan más resistentes a la insulina. Su páncreas responde produciendo una cantidad extra de insulina, pero a veces, esa cantidad no es suficiente, de modo que la glucosa no llega en cantidad suficiente a las células, pero sin embargo permanece en exceso en la sangre, provocando así diabetes gestacional.
  • Carga genética: las probabilidades de padecer diabetes gestacional aumentan si un familiar de grado 1 la padece.
  • Factores ambientales: circunstancias como la exposición a una enfermedad viral aumentan las posibilidades de padecer diabetes mellitus tipo I.

A diferencia de la diabetes tipo 2, la diabetes tipo I o autoinmune, no parece que esté relacionada con el sobrepeso.

Consecuencias de la diabetes mellitus tipo I

Aunque con el tratamiento y control adecuado sobre su enfermedad los enfermos de diabetes mellitus tipo I pueden llevar una vida completamente normal, en un pequeño porcentaje esta enfermedad puede provocar complicaciones como las siguientes:

  • Neuropatía: el exceso de azúcar puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos que alimentan los nervios, especialmente los de las piernas. Provocando hormigueo, entumecimiento o dolor. El daño en los nervios puede provocar a su vez problemas intestinales como náuseas, diarrea o estreñimiento.
  • Nefropatía: la diabetes mellitus tipo I pude dañar el sistema de filtrado con que cuentan los riñones, provocando así una insuficiencia renal que requiera de diálisis o un trasplante de riñón.
  • Retinopatía: la diabetes autoinmune puede dañar los vasos sanguíneos de la retina provocando afecciones de la visión como cataratas, glaucoma o pérdida de visión.
  • Enfermedades de la piel: la diabetes mellitus tipo I aumenta las posibilidades de padecer infeccione bacterianas en la piel.
  • Pérdida auditiva: el deterioro auditivo es común entre quienes padecen esta enfermedad.
  • Daños en los pies: un flujo sanguíneo deficiente en los pies puede dar lugar a una cicatrización deficiente que, en última instancia, podría provocar la amputación de algún dedo del pie.

Las complicaciones de la diabetes a largo plazo se desarrollan gradualmente. De ahí la importancia de tener controlado el nivel de azúcar en sangre.